Debido a la creciente población de la zona y a los picos de ocupación que se viven durante la temporada alta del balneario, el sanatorio, que ya operaba como organización autosuficiente, tuvo la necesidad de crecer para satisfacer las necesidades de espacio.
En este crecimiento se reorganizaron funciones. Para lograrlo se proyectó sobre el terreno libre ubicado entre el edificio principal y el helipuerto (que se preserva) la nueva construcción.
Dentro de la misma se reformó la emergencia, se calificó el acceso principal al hospital, se agregó una sala de espera mas amplia y cómoda, se creó una cafetería mas amplia, ascensores y se reforzaron estructuras circulatorias. También se crearon habitaciones para internaciones, con sus servicios de enfermerías.
Como en toda la ampliación, el articular la preexistencia con la obra a realizarse supone un tema delicado. No solo en cuanto a actividades y flujos, sino también en todo aquello que respecta al diseño.
A la vieja estructura de ladrillo y hormigón se adiciona un moderno volumen de aluminio y aluminio, de líneas rectas y morfología sencilla. La adhesión reciente presenta un aspecto ligero y trasparente; quita rigidez al conjunto y rompe con la naturaleza maciza de la edificación original.
